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miércoles, 22 de septiembre de 2010

Esclavos Arrendatarios


Por: Lázaro Yuri Valle Roca.

Mientras escuchaba a Miguel Peña, que me contaba sobre las nuevas formas de trabajo implantadas en su Empresa y sus criterios sobre la situación política y económica de nuestro país, me imaginaba a Cuba como la núbil y joven muchacha violada, perdiendo la virginidad bajo la liviandad de un cuerpo frágil y debilitado que la acometía con torpeza, preguntándose si llegaría a sentir algo que no fuera asco.

Miguel es taxista de profesión, radica en una de las bases de Ciudad de La Habana, él como muchos otros están temerosos que se les aplique la nueva modalidad de trabajo de arrendar un taxi proporcionado por el Estado, ya que implica que debe pagar 560 cuc (peso convertible cubano) de fondo, pagar diariamente 39 cuc, más 3 cuc de impuestos y 1200 cuc de impuesto sobre el salario al año. La gasolina la tienen que comprar a 0.80 centavos el litro, y las roturas del auto también corren por su cuenta, no tiene derecho a vacaciones, ni faltas por enfermedad, si lo hace tiene que pagar de su bolsillo los 42.00 cuc que tiene que abonar diario a su Empresa.

Según Miguel este sistema se va a implantar a todas las unidades de taxis incluyendo las de turismo, donde se han realizado varias asambleas de trabajadores, expresando el desacuerdo de la mayoría de los mismos, sin llegar a un arreglo con la administración, informándoles que el que no estuviera conforme podía irse para su casa con unas eternas vacaciones.

“Somos esclavos monopolizados por el Estado -me dice Miguel- ¿Cómo comemos? ¿Qué precios debo ponerles a los clientes? A fin de cuentas el único perjudicado es el pueblo, mira como le quitaron los cigarros a los viejitos, ¿de qué viven ahora?, cuando ese era el modo de supervivencia que tenían estos ancianos, ¿Cómo crees que debo aceptar un sistema de trabajo en el que no tengo ningún beneficio? Que además de ser impuesto, comenzó con 30 trabajadores escogidos y se han salido 4, uno de ellos murió de un infarto exigiendo sus derechos en una de las reuniones realizadas, la hija del occiso fue a reclamar los 560 cuc de la entrada y le dijeron en el Banco que ese dinero no se le podía reintegrar. ¡Imagínate!, con esos truenos no hay quien duerma”.

Son muchas las situaciones como esta que suceden a diario en los centros laborales de todo el país, imponiéndose el robo, la corrupción y la misantropía como medio de vida. El estado convertido en el lobo que devora al pueblo. En momentos como éste nos viene a la memoria frases comunistas utilizadas para calificar al sistema capitalista, como aquella que dice: “el hombre convertido en lobo del hombre”.
¿Dónde están los logros apropiados por esta Revolución de aquellos hombres tan glorificados y convertidos en estandartes, como Lázaro Peña, que consiguió que se aprobara como Ley Constitucional la jornada de 8 horas y el derecho a jubilación en la Constituyente del 40? Jesús Menéndez con el diferencial azucarero; Aracelio Iglesias pudo suspender la práctica del caballo y mejoras salariales para los estibadores del puerto; las mujeres logran el derecho a la maternidad y se construye el Hospital Maternidad Obrera de Marianao, para ahora, volver a la práctica esclavista.

Después de ver en televisión al Comandante en Jefe tratar de corregir la “metedura de pata” mientras tomaba vino y comía pescado, cuando era entrevistado por Jeffrey Goldberg, de la revista The Atlantic, al decir: “Para todos es sabido, que hace varias décadas el modelo económico cubano era un desastre”. ¿Por qué ahora y no antes se hizo algo por arreglarlo?

Solo me queda decirle a este provecto dirigente: que el hombre es la medida de todas las cosas, y que si eres brillante de joven no significa que de adulto sirvas para algo.

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