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miércoles, 11 de mayo de 2011

Madres claman libertad


Por Aimée Cabrera.
Cinco madres cubanas, activistas del Frente Femenino del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC), llaman a la opinión pública mundial en fecha tan señalada para los cubanos como es el Día de las Madres.
El viernes 6 de mayo aprovecharon el estar reunidas con sus colegas y se pronunciaron por el excarcelamiento de sus seres queridos, que por haberse involucrado en hechos donde demostraron su desacuerdo al gobierno, fueron encarcelados, y bajo pésimas condiciones llevan en prisión lo que consideran “demasiado tiempo”.
Ellas son Julia Estrella Aramburo Taboas madre de Harold Alcalá y tía de Maikel Delgado, Nancy Pérez Ávila madre de Wilmer Ledea, Ana Rosa Ledea tía de Wilmer, Maritza Henry Grillo hermana de Ramón Henry, y Yudaisy Guerra Beritón, esposa de Yoannys Thomas González.
Estos cinco presos políticos fueron condenados por tratar de apoderarse de la lancha Baraguá para huir del país donde se sintieron y se sienten explotados, y sin garantías para vivir con decoro. Sin haber maniatado a ninguna de las personas que se encontraban en la lancha, fueron sin embargo condenados a altas condenas.
En la actualidad Harold, Maikel, Wilmer, Ramón y Yoannys se encuentran cumpliendo condena en la prisión capitalina Combinado del Este, en el Área Especial 47, conocida como el Corredor de la Muerte.
Julia Estrella Aramburo Taboas habló tan emocionada que sus lágrimas la interrumpieron. En la actualidad esta madre está aquejada de serios problemas de salud, y enfatizó que “si tengo que ir todos los días, voy a ir, hasta que mi hijo y sobrino salgan de prisión”.
Aramburo llevó la carta que ella hizo titulada Reflexiones de una madre: Cinco prisioneros del Castrismo, y la carta redactada por su hijo Harold Alcalá Aramburo, las cuales fueron enviadas por correo electrónico a varias direcciones de organizaciones en el exilio y cubanos solidarizados con su causa. Ella se la entregó a Ana Ledea, expresa por esta causa, quien les dio lectura.
En las mismas se expone el criterio de esta madre que sufre y considera injusta la prisión que cumplen su hijo, sobrino y demás encausados por el acontecimiento antes mencionado. La carta de su hijo describe el dolor ante las humillaciones que viven a diario.
“… nos encadenan las manos a la cintura, nos esposan de manos y pies para hablar por teléfono, el cual nos toca 10 minutos cada 21 días, las visitas nos la dan en un pequeño cubículo enrejado y cerrado con candado donde encierran a nuestras familias y a los niños que tenemos en nuestro ámbito familiar”.
“Esto es para que tengan una noción de cómo vivimos, pero nuestro mayor problema es que en estos 8 años de cárcel que llevamos, no se ha hecho justicia con ninguno de nosotros, ya que la G-2 (Seguridad del Estado de Cuba) se entrevistó con cada uno de nosotros para decirnos que estábamos en el proceso de excarcelación que recientemente concluyó.”
Al final de su misiva, Harold rogaba a la Unión Europea porque los acogieran, pues ellos no han cometido ningún crimen, sino “tuvimos la osadía de enfrentarnos a la dictadura castrista por defender nuestros ideales”.
Estas mujeres que sufren el encarcelamiento de sus familiares, tendrán que celebrar otro Día de las Madres con la ausencia de esos, sus familiares, que enfermos y desalentados esperan por la solidaridad mundial como única vía de que sean escuchados sus ruegos.

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