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viernes, 24 de febrero de 2012

Denuncia desde el Campamento para reclusos Toledo II, de La Habana (en huelga de hambre)

Por: Arnaldo Ramos Lauzurique – Red Cubana de Comunicadores Comunitarios. (22 de febrero 2012)

Mi nombre es Juan Emilio Guzmán Gil, tengo 42 años de edad , me encuentro recluido en el campamento de Toledo II, en Marianao, La Habana, sancionado a 8 años de privación de libertad por tráfico de personas en la causa 54 de 2009. Fui detenido por las autoridades de la policía política desde el 7 de febrero de 2008.

Como los tantos delitos que tiene el Código Penal de mi país, el mismo consistía en que me dedicaba a buscar algunas personas que quisieran contraer matrimonio con personas de otros países, o ser invitados mediante cartas de invitación a trabajar en otros países para que pudieran ayudar a sus familiares, pero todos los trámites se efectuaban de forma legal en los Bufetes Colectivos y en la Consultoría Jurídica, nada era ilegal. Yo, mediante esta ayuda, recibía mis remuneraciones y atributos, pero para esta mafia militar cubana, el querer salir de Cuba es un delito y quieren seguir violando los derechos internacionales de los seres humanos. Como todo cubano mi vida atravesaba una situación económica difícil y no he sido más que una víctima de esta dictadura.

En estos momentos se están violando mis derechos, pues llevo 3 años y 9 meses recluido. Mi libertad condicional se me aprobó por el Combinado del Este el 30 de julio de 2011 y se elevó propuesta al Departamento 21 de la Seguridad del Estado, el 2 de agosto de 2011 para que terminara de firmarla. Ya hace tres meses y mis familiares se han dirigido al citado Departamento y han recibido respuestas como: “Que ellos son los que tienen la sartén cogida por el mango”, y “que le echara gasolina al carro, que esto era para largo”; manipulando así las leyes y la vida de los cubanos a su antojo total.

El primer teniente Omar, de Control Penal de la Unidad en que me encuentro preso, me manifestó que reclamar algo a cualquier instancia sería incomodar a la gente de la Seguridad del Estado, que mejor me estuviera tranquilo, porque si no, me iban a mandar otra vez para el Combinado del Este.

Mi madre, de 78 años y mis hermanos han hecho todas las diligencias pertinentes y escribieron cartas al Consejo de Estado y de Ministros, a la Oficina de Atención a la Ciudadanía y a la Fiscalía General de la República; siendo esta última la única que me respondió, el 4 de enero de 2012, dándome la razón en mis planteamientos y comunicándome que mi solicitud fue trasladada a la Jefatura de Establecimientos Penitenciarios, el 26 de diciembre de 2011 para su aprobación.

Como sigue pasando el tiempo y los oficiales del Ministerio del Interior continúan sin dar la cara y sin resolver el asunto, desde el 13 de febrero de 2012 inicié una huelga de hambre hasta que se resuelva mi demanda.

Pido que esto se haga noticia pública a las organizaciones de Derechos Humanos, como una violación más de las tantas que a diario se ven en nuestra Isla. Me siento muy feliz de poderlo hacer, pues conocí muchos en la prisión Combinado del Este que no tuvieron la oportunidad de decir al mundo, mediante ustedes, que en Cuba sí se violan a diario los Derechos Humanos, porque sienten temor de las represalias que pueda tomar esta mafia militar dictatorial.

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