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lunes, 18 de junio de 2012

Mal de muchos, consuelo de nadie



Foto: Juana Miladis muestra el precario estado de la vivienda.

Barcelona/ Mambí en A/ Juana Miladis Núñez Ferrera, vecina de calle 5ª # 17923 entre C y Pasaje Flor, Reparto Luyanó Moderno, San Miguel del Padrón, La Habana, Cuba, denuncia:

“Hace 18 años comenzó una pesadilla en mi vida de nunca acabar, por que las leyes de este país no fueron favorables en su momento para conmigo; por mucho esfuerzo, desgaste físico y moral, no tuve derecho alguno. Yo vivía en calle 2ª # 7422 entre 3ª y 6ª del Reparto Afán en San Miguel del Padrón, estaba casada con Feliciano Portuondo Martínez quien abandonó ilegalmente el país el 3 de junio de 1994. Regresó a los pocos meses de la misma forma ilegal, siendo detenido por las autoridades y condenado a cumplir prisión. Durante todo este tiempo me encontraba viviendo en la casa. Mi hijo fue operado de urgencia de una apendicitis y al mes de operado fue intervenido de nuevo por una obstrucción intestinal, estuvo muy grave, de muerte, porque sufrió un infarto en la mesa de operaciones. Estando en el hospital con mi hijo, este señor cambió la cerradura de la puerta dejándome en la calle con todas mis pertenencias dentro del hogar. Hasta el día de hoy no pude recuperar nada y mucho menos tuve derecho a la convivencia que en esos momentos era el único hogar que teníamos mi hijo y yo. Tuvimos que dormir en la calle, en los parques, ningún organismo me dio el mínimo derecho a nada. Después de tanta angustia mi hijo y yo nos agregamos con mi mamá en una casa en muy malas condiciones que le fue dada a mi mamá en agradecimiento por una señora dueña de esta casa que ella cuidó hasta que falleció. Cuando mi mamá fue a legalizar dicha casa fue declarada ilegal y costó sufrimiento y lágrimas para que le dieran el derecho a la vivienda, y cuando le dan el derecho a la vivienda, la resolución sale como arrendataria permanente, una calificación que todo el que continúe viviendo en esta casa sigue arrastrando. Desde el año 2000 estamos luchando con los organismos competentes a ver si me podían ayudar para mejorar las condiciones de vida que son críticas. Después aquí en mi barrio hicieron una reunión para dar los subsidios, pero ahora que soy la heredera de mi mamá me salen los papeles de la propiedad que soy arrendataria permanente, es decir, que tengo que pagar esta casa de por vida y no tengo derechos al subsidio”.






 

Informó desde La Habana, Cuba, Yadira Rodríguez Bombino, Red Cubana de Comunicadores Comunitarios.

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