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domingo, 2 de diciembre de 2012

Declaración de Principios de Francisco Sau Boíx - Respuesta a un anónimo



Por Francisco Sau Boíx.

Barcelona/ Mambí en A/ Uno de los métodos que más emplea la seguridad del estado de Cuba para intentar debilitar el creciente e imparable activismo cubano es la difamación. Y la más sutil, quizás la más efectiva, es aprovechar cualquier información, frase, razonamiento, posicionamiento del activista, para intentar poner en evidencia sus convicciones.

Sabiendo de qué pie cojea el cojo, y después de recibir un comentario de un ilustre anónimo, le respondí con lo que he titulado, Declaración de Principios. Por supuesto, que ésta declaración no incluye a todo el activismo cubano, ésta declaración es mi declaración personal, y los principios en los que se fundamenta Mambí en Acción.

Sin más, los dejo con mi respuesta al ilustre anónimo:

Sr Anónimo, con el mayor de los respetos le diré que usted es libre de pensar lo que desee, y de decidir a qué bando pertenece, desde luego, soy libre y no deseo apuntarme a ningún bando, ni partido, ni gobierno, ni país alguno, y el día que lo decida, será en el bando de los que firman con su nombre y apellidos, dan la cara, y por sobre todas las cosas, defienden los derechos humanos, la libertad y el derecho de todos los pueblos a ser libres, el bando que no renuncie nunca a estos principios ni por petición de partido alguno, ni gobierno alguno, ni país alguno.

Firmado: Francisco Sau Boíx.

Post Data: Si por casualidad, es usted de los cubanos que desean la libertad de Cuba y cree que plegándose ante todas las decisiones del gobierno de los EEUU va a tener de su lado a un aliado que le favorezca en el objetivo de nuestro pueblo de alcanzar la Libertad y la Democracia, comience por preguntarse por ejemplo:

1- ¿Por qué el esbirro Marino Rivero y su esposa vivían tranquilamente en los EEUU?
2- ¿Cuántos esbirros viven tranquilamente en los EEUU?
3- ¿Realmente los EEUU nos apoyan, o hacen como que nos apoyan?

Ésta y otras muchas preguntas pueden herir tal vez su ego, pero no debe sentirse herido por mí, créame, sino por su bando, que lo ha estado engañando y utilizando, a usted y a muchísimos cubanos, como los traicionados en Playa Girón.





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