Buscar en archivos de Mambí en Acción






lunes, 19 de mayo de 2008

Recordando a mi abuelo


Recuerdo a mi abuelo, un hombre muy trabajador, cada dia se levantaba de madrugada, a las cuatro de la mañana. Toda la vida trabajando, sacrificándose por su familia, por su negocio, era dueño de una dulceria, en el centro de La Habana, solo se fabricaban dulces y pan, para venderlos a varias dulcerias, no vendia directamente al público.

Era muy querido por todos en el barrio, los recortes de las panetelas que sobraban, se los regalaba a los niños pobres.

Según leí en sus papeles, primeramente tuvo que pedir dinero prestado para las máquinas, que fue pagando poco a poco, hasta que llegó a ser dueño de todo el negocio. Solo trabajaban él, un maestro dulcero y un ayudante.

Un domingo, de aquellos que mi abuelo me sacaba a pasear, que recuerdo con entrañable cariño, pasábamos por delante de una dulceria, y me dijo;_ “aquella dulceria iba a ser mia”, refiriéndose a una de venta directa al público, pensaba adquirirla para vender lo que se producía en la otra.

Pero contaba yo solamente siete u ocho años, no podia comprender en ese instante el alcance de sus palabras.

Hoy comprendo el padecer de mi abuelo.

Al triunfo de la mal llamada revolución le confiscaron su vida, causa que lo llevó a fumarse hasta cuatro paquetes de cigarros al día, causándole una afección pulmonar que acabó con su pesar.

También recuerdo los domingos que me llevaba al “Campo Armada”, donde se disputaban partidos de football, y por lo que también aprendí la pasión por ese deporte.

Pero desgraciadamente, parece que éste deporte no le gustaba al Comandante en Jefe, por lo que fue “nacionalizado” también, pero en éste caso por medio de la prestidigitación.

Años más tarde conversando con un amigo de mi padre, (que junto a mi padre había trabajado de ayudante en la dulceria cuando eran jóvenes) y que tenía acceso a cierta información, me confesó que la producción de la dulceria de mi abuelo de un solo día, era la producción de todo el año 1992 de la provincia Santiago de Cuba.

Ésta breve historia solo refleja una millonésima parte, de las similares que se pueden contar en nuestro pueblo.

El pueblo quiso que se nacionalizaran las grandes empresas, pero no las pequeñas, las familias destrozadas no fueron el único logro de la mal llamada revolución, sino el empobrecimiento y la decadencia económica han sido el baluarte fundamental de la Dictadura-Dinastia.

No hay comentarios: