Por: Roberto de Jesús Guerra Pérez, Periodista Independiente, Director del Centro de Información Hablemos Press (CIHPRESS)
La Habana, Cuba/Hablemos Press/ 1 de agosto- La situación en la Prisión Melena II empeora por día según explica en una nota enviada a Hablemos Press por el reo Roberto Salardy Duboy.
Desde la prisión Melena II, en el municipio Melena del Sur, provincia La Habana, el recluso Roberto Salardy Duboy denuncia las violaciones de derechos humanos que suceden en ese penal.
Según Roberto, la suciedad por la crisis de agua potable hace más difícil la convivencia entre los penados, quienes se agreden violentamente por la carencia del preciado líquido. Además de la mala alimentación, el aislamiento, el maltrato a los condenados, también hay un estado de hacinamiento en el que permanecen en cada destacamento unos 40 reos durmiendo en el piso, y aclara que ésta prisión no cuenta con el servicio telefónico, por lo que la comunicación entre reos y familiares solo es a través de cartas, y que éstas antes deben ser leídas por un oficial encargado de revisar cada una para evitar salgan denuncias del centro penitenciario, y que es el indicado para decir si salen o no.
El prisionero dice que las condiciones a las que son expuestos es calificada de crueles y vergonzosas, ya que el régimen se ufana de decir que las prisiones han sido convertidas en escuelas, cosa no cierta.
Salardy explica que debido a la falta de agua los baños permanecen tupidos de excremento, y que cuando llueve todo se inunda por las filtraciones del techo, relata que muchos presos han contraído enfermedades producto de la mala higiene.
Otro reo describe que en las barracas es imposible dormir, pues los techos son de tejas de fibras (canalones) y que el calor es demasiado, así como la plaga de mosquitos y chinches.
Las autoridades carcelarias no se esfuerzan por mejorar el estado de estos centros a pesar de las constantes denuncias. Organizaciones de derechos humanos que reportan desde la isla indican que entre 500 y 800 personas son enviadas a prisión a diario, por lo que la población penal crece por día en la isla.
Roberto Salardy afirma que cuando entró a la prisión Melena II hace seis meses no padecía de ninguna enfermedad, y en estos momentos presenta erupciones en la piel (sarna) y ardor en el estómago, indicando que esto se debe a la alimentación que es muy mal elaborada, y que en éste mismo caso se encuentran gran cantidad de reos.
El reglamento penitenciario cubano ordena que los alimentos como el picadillo y el huevo no deben ser ligados con viandas o vegetales, el huevo conviene ofertarlo entero para evitar la corrupción, pero en éste centro carcelario según el reo es ligado con col y otros vegetales, y hecho un revoltillo aguado para así forzar al interno a abandonar los alimentos, que luego son recogidos para cebar a los cerdos de los dirigentes de la prisión.
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