Buscar en archivos de Mambí en Acción






miércoles, 5 de agosto de 2009

EL MIEDO A LA FUERZA DEL CAMBIO

Por: Lcdo. Sergio Ramos

La juventud es la vanguardia y principal factor de cambio en todas las sociedades. Las nuevas generaciones, con sus propias visiones y criterios, afloran para sustituir a los que ya por ley de la naturaleza van camino a la conclusión de sus días.

Pero en los regímenes totalitarios de larga vida, la clase gobernante que un día fue joven y tomó el poder como factor de cambio que fue, suele aferrarse con uñas y dientes al poder y su control férreo de la sociedad. Han advenido a una casta que cierra el paso a todo tipo de cambio.

Por eso hoy en Cuba rige una rancia oligarquía de ancianos que aferrados al poder omnímodo que ostentan, bloquean toda posibilidad de cambio.

Pero existe hoy un deseo de cambio que cada día aflora más en la juventud cubana. Esta surgiendo la generación sustituta de la gerontocracia del poder.

Según Granma, el Ministerio de Educación Superior está muy preocupado por los estudiantes universitarios, sobretodo por la pureza ideológica de ellos. En la Cuba castrista, la universidad ha sido siempre de corte discriminatorio por razones políticas. El viejo lema "La universidad es para los revolucionarios" determina el carácter excluyente para los jóvenes que no piensan igual a los cánones impuestos por el oficialismo, y que ahora anuncian que "será patentizado".

Pretenden "lograr una mayor preparación política e ideológica…y estremecer a las aulas con un trabajo político e ideológico profundo y sistemático", de acuerdo a Miguel Díaz-Canel Bermúdez, miembro del Buró Político y Ministro de Educación Superior. Se queja el ministro de que hay "un incremento del enemigo dirigido al medio académico".

El adoctrinamiento no es funcional cuando la realidad no concuerda con la teoría impartida, sobre todo, mientras más educación e información tiene la persona, más capacidad para el cuestionamiento de las incompatibilidades entre lo teórico y lo real, tendrá.

Eso es lo que pasa con la juventud, sobretodo la universitaria. Durante toda la vida estudiantil, desde que entran en el Circulo Infantil hasta el último día en la universidad, el estudiante se confronta conque lo que predican los ideólogos, el tirano y los medios controlados por el estado totalitario no cuadran con las tristes y miserables vivencias cotidianas del estudiante y su entorno.

Los jóvenes universitarios se percatan de que se necesita cambiar el sistema porque no funciona, como no funcionó en ningún país de la Europa Oriental y ni en la extinta Unión Soviética.

Ellos saben que para cambiar el país, hay que cambiar a los envejecidos y enquistados gobernantes que obstaculizan el potencial de desarrollo y bienestar, que podría tener el pueblo cubano con un cambio real y total de las estructuras sociales, políticas y económicas del país.

Las ideologías y el matraquillar sobre el tema de las "bondades" de la Revolución, no pueden cambiar las realidades que sufre hace cinco décadas el pueblo cubano.

El dictador sustituto general Raúl Castro recalcó en su recién discurso ante la servil Asamblea Nacional del Poder Popular, que no cambiará el socialismo. No cambiará el sistema. Que no lo "eligieron" (debió decir impusieron) para cambiar.

Cambio es una palabra que aterra a la oligarquía y sus máximos líderes.

La oligarquía no puede aceptar ningún cambio porque ello representaría la perdida de su poder, riquezas y privilegios. El enemigo que se incrementa entre los jóvenes universitarios no es otro que la significativa toma de conciencia de cambio entre la juventud. Por eso la avejentada cúpula gobernante le tiene miedo a la fuerza del cambio: A la juventud cubana.

El joven cubano cobra mayor conciencia del cambio cada día que pasa, y eso preocupa a la nomenclatura cubana.

Los jóvenes por propia naturaleza, son los factores natos del cambio social y político. Su fuerza está en su juventud, y cuando se desata, es imparable. Así se vivió en nuestra historia, por no citar las de otras partes del mundo, fueron los jóvenes los que derrocaron al dictador Gerardo Machado, y más tarde al dictador Fulgencio Batista. Y serán los jóvenes, la nueva generación de cubanos, los que un día desatarán su imparable fuerza de cambio para derrocar la dictadura de los hermanos Castro, y establecer un nuevo orden social, político y económico en Cuba.

No hay comentarios: