Buscar en archivos de Mambí en Acción






domingo, 6 de septiembre de 2009

El escritor Juan Abreu, residente en Barcelona, escribe sobre el concierto de Juanes


 


 

Por: Juan Abreu.


No hay nada que argumentar.
Lo mismo que un judío no tiene que argumentar nada, lo mismo que un chileno no tiene que argumentar nada. Si en medio siglo no han podido enterarse de lo que pasa en la isla, no es asunto nuestro. Llevan con su silencio cincuenta años cagándose en el dolor de millones de personas. ¿Y ahora quieren sermonearnos?

¿Qué pasa? Pues que un payaso que canta y vende sus bodrios a los exiliados de Miami quiere ir a la misma Plaza donde se ha pedido el fusilamiento de muchos de los familiares de los que compran sus discos y cantarle a la dictadura que los fusiló, los encarceló o los expulsó. Eso es lo que pasa. En Cuba no se le canta a nadie más que a la dictadura. Esbirros organizan el concierto. ¿Y qué quieren? ¿Que las víctimas los aplaudan? Serán canallas. Las víctimas lo que deben hacer es organizar un boicot contra todos los payasos que participen en el concierto en La Habana. Pero un boicot de verdad. Que el programador de una emisora de Miami que ponga un disco de alguno de los payasos cantantes tenga al instante una manifestación a las puertas de la estación. Lo mismo para quien venda sus discos.

¡Háganse respetar y dejen por una vez de ser tan sumisos!

¿Paz? ¿Qué coño es eso? De nosotros lo único que deben esperar es la guerra. Es una pena que los cubanos de Miami después de cincuenta años de burlas y humillaciones a manos de estos payasos cantantes y diversos payasos intelectuales y de ralea semejante, no hayan aprendido a hacerles la guerra más implacable. Como hacen los judíos. Es el único idioma que entiende esta gentuza. El del dinero. Que empiecen a bajar las ventas de discos y verán como enseguida ven los fusilados, los ahogados, ven a las víctimas.
Con estos payasos no hay nada que argumentar. Hay que decirles ve y canta donde te venga en ganas pero que sepas que vas a pagar un precio. El mismo que hemos pagado los escritores, artistas, músicos y cantantes cubanos exiliados enemigos de la dictadura. El precio que nos ha hecho pagar la izquierda culona norteamericana y europea por el simple hecho de denunciar la dictadura. Esto es una guerra. Que se enteren. Es hora de que dejemos de ser nosotros, exclusivamente, los que ponemos las víctimas.

¿Hablar? Nada que hablar.
Que hablen con los miles de muertos en el Estrecho de la Florida, que hablen con los fusilados, que hablen con medio país que ha pasado por las cárceles, que ha tenido que huir, que hablen con las generaciones de niñas prostituidas, con las generaciones de niños embrutecidos y envilecidos en nombre de una idea imbécil y de un caudillo siniestro.
Conmigo al menos, no hay nada que hablar.
Qué pasa. ¿Que El País jamás nos mencionará? ¿Que algún nacionalista, que algún nazizquierdista no nos publicará los libros?
Que se lo metan por el culo.

Yo he salido al mar a buscar balseros y he visto las balsas vacías. Yo he visto los restos de los naufragios en las costas. Yo he mirado a los ojos a Mario Chánez de Armas que pasó treinta años en un infecto agujero, más que Mandela por cierto, cabrones. Yo he estado en el ejército y nos han dado órdenes de disparar a los que escapan. Me honra haber incumplido esa orden. Yo he visto a mi madre llorar porque no tenía qué dar de comer a sus hijos y después a sus nietos. Hablen guitarreros, intelectuales a la venta por un premio, un viaje o una feria de libros, hablen culosgordos, chupasubvenciones, en fin zopencos vendidos, hablen con los hijos, con las madres, con los hermanos, con los padres de los ahogados, de los ametrallados tratando de escapar. Hablen con los miles de torturados, hablen con los presos políticos. Hablen con los millones de vidas aniquiladas.

¿Conmigo? Conmigo no hay nada que hablar.

Yo sólo aspiro a insultarlos, a burlarme de ustedes. Conmigo no tienen nada que hablar. Yo sólo pido al Gran Dios de las Palabras que mantenga mi furia intacta y vívida hasta el final.


 

  

  

7 comentarios:

Unknown dijo...

Conmigo tampoco hay que hablar

Anónimo dijo...

Es increíble que tanto odio y amargura os ciegue a los disidentes que vivís en este caso en España, que es el país de acogida en este caso, pero tanto, tanto que no seáis capaces de ver más allá, de las simples connotaciones políticas........

¿¿¿Y el pueblo cubano llano???, acaso no tiene derecho a disfrutar por un rato y olvidarse de las penurias del dia a dia con un concierto de Juanes, ¿¿¿no salís vosotros aprovechando la libertad que os da la democracia española a ver una película en el cine, o tomar un café en un bar, o simplemente comer o cenar en un restaurante????.

Vosotros habéis salido de Cuba, sabéis como está aquello el autor de este artículo, incluso ha estado en el ejercito por lo que cuenta, tan ciegos sois que no podéis pararos por un momento en pensad en el pueblo, en que esa gente disfrute un poquito, aunque sólo sea un poquito, que ya sufre bastante por el dia a dia. En serio, tanto odio, rencor y egoísmo no os hace bien a vosotros ni a los que os rodean, pensad más con el corazón y dejad un poquito la cabeza a un lado, el regimen no va a sacar petróleo de todo ésto, ya el mundo sabe como es Fidel, y el hermanísimo......pero también sabe como está el pueblo cubano y también merece la pena ser féliz aunque sea por unas horas. Un salu2. MAX

Anónimo dijo...

Saludos y disculpa me hermano me tome la atribución de corregirte tu blog texto por algo mas apropiado.
De antemano te digo que estoy un poquito de acuerdo contigo, porque conmigo tampoco hay nada que hablar.....pero estoy en total acuerdo con el Anónimo cuando dice que nuestros hermanos tienen derecho de olvidarse de las penurias del día a día, es fácil y cómodo recordarlo todo en la distancia, yo estoy por la paz y el AMOR para mi gente.
Creo que tu articulo debisteis enfocarlo con el mismo significado pero un lenguaje mas propicio, algo así:

Anónimo dijo...

PARA TODOS LOS QUE AÚN NO ENTIENDEN LA SITUACIÓN EN CUBA, COÑO, YA ES TIEMPO QUE ENTIENDAN.


El escritor cubano Juan Abreu, residente en Barcelona, escribe sobre el concierto de Juanes.

No hay nada que argumentar. Lo mismo que un judío no tiene que argumentar nada lo mismo que un chileno no tiene que argumentar nada. Si en medio siglo no han podido enterarse de lo que pasa en la isla, no es asunto nuestro. Llevan con su silencio cincuenta años defecando se en el dolor de millones de personas. ¿Y ahora quieren sermonear nos?

¿Qué pasa? Pues que un payaso que canta y vende sus bodrios a los exiliados de Miami quiere ir a la misma Plaza donde se ha pedido el fusilamiento de muchos de los familiares de los que compran sus discos y cantarle a la dictadura que los fusiló, los encarcelo o los expulsó. Eso es lo que pasa. En Cuba no se le canta a nadie más que a la dictadura. Esbirros organizan el concierto. ¿Y qué quieren? ¿Que las víctimas los aplaudan? Serán canallas. Las víctimas lo que deben hacer es organizar un boicot contra todos los payasos que participen en el concierto en La Habana. Pero un boicot de verdad. Que el programador de una emisora de Miami que ponga un disco de alguno de los payasos cantantes tenga al instante una manifestación a las puertas de la estación. Lo mismo para quien venda sus discos.

¡Háganse respetar y dejen por una vez de ser tan sumisos!

¿Paz? ¿Qué coño es eso? De nosotros lo único que deben esperar es la guerra. Es una pena que los cubanos de Miami después de cincuenta años de burlas y humillaciones a manos de estos payasos cantantes y diversos payasos intelectuales y de ralea semejante, no hayan aprendido a hacerles la guerra más implacable. Como hacen los judíos. Es el único idioma que entiende esta gentuza. El del dinero. Que empiecen a bajar las ventas de discos y verán como enseguida ven los fusilados, los ahogados, ven a las víctimas.
Con estos payasos no hay nada que argumentar. Hay que decirles ve y canta donde te venga en ganas pero que sepas que vas a pagar un precio. El mismo que hemos pagado los escritores, artistas, músicos y cantantes cubanos exiliados enemigos de la dictadura. El precio que nos ha hecho pagar la izquierda culona norteamericana y europea por el simple hecho de denunciar la dictadura. Esto es una guerra. Que se enteren. Es hora de que dejemos de ser nosotros, exclusivamente, los que ponemos las víctimas.

¿Hablar? Nada que hablar.
Que hablen con los miles de muertos en el Estrecho de la Florida, que hablen con los fusilados, que hablen con medio país que ha pasado por las cárceles, que ha tenido que huir, que hablen con las generaciones de niñas prostituidas, con las generaciones de niños embrutecidos y envilecidos en nombre de una idea imbécil y de un caudillo siniestro.
Conmigo al menos, no hay nada que hablar.

Anónimo dijo...

CONT.....

Qué pasa. ¿Que El País jamás nos mencionará? ¿Que algún nazionalista que algún nazizquierdista no nos publicará los libros?
Que se lo introduzcan por el recto.

Yo he salido al mar a buscar balseros y he visto las balsas vacías. Yo he visto los restos de los naufragios en las costas. Yo he mirado a los ojos a Mario Chánez de Armas que pasó treinta años en un infecto agujero, más que Mandela por cierto, cabrones. Yo he estado en el ejército y nos han dado órdenes de disparar a los que escapan. Me honra haber incumplido esa orden. Yo he visto a mi madre llorar porque no tenía qué dar de comer a sus hijos y después a sus nietos. Hablen guitarreros, intelectuales a la venta por un premio, un viaje o una feria de libros, hablen big-pompis chupa subvenciones en fin zopencos vendidos hablen con los hijos con las madres con los hermanos con los padres de los ahogados de los ametrallados tratando de escapar. Hablen con los miles de torturados, hablen con los presos políticos. Hablen con los millones de vidas aniquiladas.

¿Conmigo? Conmigo no hay nada que hablar.

Yo sólo aspiro a boicotear su Gran Brillante Idea, hasta saciarme, por burlarme de ustedes y del premonizado fracaso en su Inútil Pacifista Concierto . Conmigo no tienen nada que hablar. Yo sólo pido al Gran Dios de las Palabras que mantenga mi furia intacta y vivida hasta el final.

Anónimo dijo...

cont

Aunque dios como yo, o yo como Dios solo aspiramos a brindar Amor y no odio.
Soy una balsera, fui activista pacifista pro los derechos humanos,y viví en el mar todo lo que has relatado, entiendo tu furia.....pero creo que es el momento que el mundo, Gobernantes, pueblos, razas todos debemos velar por la paz y el Amor.
Dios les ha dejado este mensaje y nadie lo capta aun, Ama os los unos a los otros. es la clave es el enigma AMOR, el ODIO solo genera sufrimientos, mas y guerras, miseria, ;dolor mientras exista un pequeño indicio de odio nos destruiremos.

Mas que boicotearemos debemos hacer campañas por el AMOR......seguida y no solo entre cantantes entre los seres terrenales unos con otros campañas en el mundo día a día por el Amor, en nuestros trabajos, vecino a vecino, raza con raza amigo con amigo y así no tendremos enemigos. Gobernar con Amor, Juzgar con Amor, AMAR es la clave y no juzguemos a Juanes con odio y miremos el lado bueno de su acción, vea molos todos, como comienzo de algo bueno. de lo contrario sera algo de nunca acabar; contradicciones, seguiremos engendrando en el alma de nuestros hijos y nietos odios de generación en generación, guerras. Por que conducirnos a nuestro país lo mismo camino desde nuestros colonizadores,es tiempo de cambios, sigamos la clave AMARNOS.



Bueno un lindo abrazo de PAZ y AMOR a todos y besos de Lysy

Mary dijo...

Este Sr. si bien dice cosas que son ciertas,destila odio, rencor, animosidad y malas vibras por doquier.
Es de los que piensan que el pueblo cubano no tiene derecho a disfrutar de las cosas buenas que hay en el mundo.
Te recomiendo hacert ver por un psicoanalista que diagnostique el por qué de esa rabieta.
Disfruta la vida, vive en paz y armonía y cuidado que tomar tanto inagre hace daño
Viva la Paz , el amor , el perdón y la tolerancia. Mary