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sábado, 21 de mayo de 2011

Madre desesperada


Foto: Estrella Aramburo, al fondo con camiseta blanca en una actividad del Frente Femenino Gladys Núñez del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC).
Por Aimée Cabrera.
Julia Estrella Aramburo Taboas es madre de Harold Alcalá Aramburo y tía de Maikel Delgado Aramburo, ambos condenados por los sucesos de la lancha Baraguá en el 2003.
Estrella Aramburo dice sentirse desesperada ante el estado de ánimo de su hijo y sobrino, los dos muy deprimidos, ante la negativa del gobierno de excarcelarlos, como ha sucedido con otros presos políticos y comunes que sin ser del Grupo de los 75 y estando vinculados en hechos violentos, han podido emigrar con sus familiares hacia otros países.
En fecha reciente, Estrella divulgó por Internet la carta de su hijo Harold en la que denuncia las condiciones extremas en que cumple condena en el Área Especial 47 de la prisión Combinado del Este, conocida entre los reclusos como “El Corredor de la Muerte”, así como otras vejaciones sufridas en este penal ubicado en la capital.
Una vez que salió la misiva de Harold en diversos sitios Web, teniendo amplia repercusión internacional, fue visitado por distintos funcionarios gubernamentales que lo instaron a retractarse, motivo por el cual, tanto Harold, como Maikel, prefirieron que sus vidas terminaran como única vía para evitar más sufrimientos.
Estrella, quien tiene diferentes padecimientos como son hipertrofia en el ventrículo izquierdo, insuficiencia cardiaca, insuficiencia respiratoria, cardiopatía isquémica e hipertensión arterial, se encuentra aún bajo seguimiento debido a tratamientos psiquiátricos que ha recibido, y opina que todas sus enfermedades están relacionadas con los encarcelamientos de su hijo y sobrino.
A partir de los mismos, todos en su casa se han afectado, su hermana Maritza, madre de Maikel falleció, su madre padece de fuertes taquicardias y su hijo menor José Amed “está desquiciado porque ellos se criaron todos muy unidos”, dice la madre con voz entrecortada.
Ella señala además que siente el desespero propio al no tener adonde acudir y ser escuchada para lograr que no solo su hijo y sobrino, sino los otros que cumplen prisión por la misma causa sean liberados y puedan rehacer sus vidas, junto a sus familias en cualquier país que los acoja.

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