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martes, 10 de mayo de 2011

Perfeccionando


Por: Martha Beatriz Roque Cabello.
Una de las situaciones sociales más difíciles que tiene el país es la de la vivienda. Las personas se han tenido que adaptar a que tres generaciones vivan juntas, pero esos son los que menos problemas tienen, hay muchos que ni siquiera consiguen obtener un techo donde cobijar a su familia. Han pasado varios ciclones por el país –adicionales al arrasador de 1959- que han dejado numerosas familias sin casa y no ha habido reposición para ellas.
Una modalidad que se convierte en penosa, socialmente, son los albergues. Hay personas que han sido llevadas allí provisionalmente y esta temporalidad ha durado por más de 20 años, al extremo de que en algunos casos el lugar que ocupan está en estado ruinoso al igual que la vivienda de donde los sacaron. Incluso en La Habana han convertido las llamadas “posadas” en lugares de residencia.
Algunas personas en estado de desespero se introducen ilegalmente en casas vacías y también en locales, de los que son desalojados de forma atropellada, a lo que el gobierno llama eufemísticamente “extracciones”, claro, no se puede contradecir lo dicho por Fidel Castro en la “Historia me Absolverá”, aunque el término parezca virtual.
Los activistas de derechos humanos, a lo largo de todo el país, han tenido conocimiento de varios casos en que incluso, la policía utiliza la violencia para sacar a las familias que se encuentran ilegales, comprendidos los niños. Habría que decir que en estos momentos los agentes del orden de forma general son abusivos con la población, tienen la mano y los pies demasiados largos, y el gobierno no hace nada por evitarlo, al contrario, los estimula. Cualquier queja que presente un ciudadano en la Fiscalía Militar no procederá, siempre el agente tiene la razón.
Y no hay que contar lo que han hecho a los disidentes, los ejemplos sobran, las pruebas también. Ahí están las palizas que recibió el fallecido Orlando Zapata Tamayo, que dejaron señales en su cuerpo aún muerto; todavía caliente el cadáver de Juan Wilfredo Soto García, que sobrevivió solo 3 días a la violencia que utilizaron con él cuando lo detuvieron en el Parque Vidal de Santa Clara.
Han sido blanco de golpizas las Damas de Blanco, arrastradas y vapuleadas una y otra vez; los opositores de la Coalición Central, presidida por Idania Yanes Contreras; Sara Marta Fonseca Quevedo, Jorge Luis García Pérez “Antúnez”; por citar a algunos, y recientemente el preso político del Grupo de los 75, Ángel Moya, junto con su esposa.
Pero esto no es lo único que hace indebidamente la policía, los dueños de “Paladares” y Cafeterías se quejan de que ingieren alimentos en sus pequeños negocios y se van sin pagar.
Es un momento de desesperación evidente. Pero sin lugar a dudas muy peligroso, y en la medida que se acerque el verano lo será más, ya que el calor a veces es fuente de enfado y furia, también lo son las necesidades de todo tipo, en particular las alimentarias y la escasez de dinero que se vislumbra.
Sin embargo, muchos de estos problemas se solucionarían con un simple cambio en la política gubernamental. Algunos, por ejemplo, en el caso de la vivienda esperan que se permita la compra-venta, otros son más escépticos, sobre todo después de haber visto las comparecencias en la 6ta Comisión del recién finalizado Congreso, en la que se hablaba de suavizar y modificar los métodos de las permutas.
Si hubiera un cambio hacia la democracia y nos ubicáramos en cualquiera de los 168 municipios actuales del país, la eliminación de las casas que son usadas como oficinas, beneficiaría a un número considerable de pobladores. Por ejemplo, no habría que tener locales (en estos momentos se usan viviendas y en particular las mejores de los pueblos y ciudades) para: el Partico Comunista, la Unión de Jóvenes Comunistas, los Pioneros, la Federación de Mujeres Cubanas, los Comités de Defensa de la Revolución, la Asociación de Combatientes, los Sindicatos, etc.; sin contar la cantidad de Delegaciones en esas instancias de organismos y empresas improductivas; además de oficinas de trámites burocráticos sin razón de ser como las llamadas OFICODAS (para controlar las libretas de racionamiento).
Estarían de más las casas de visitas de numerosos sectores; los refugios, que consumieron una enorme cantidad de medios de construcción y fuerza de trabajo y que algunos están en garajes y sótanos de viviendas; las direcciones integrales de supervisión y control del Consejo de la Administración a los diferentes niveles, y un largo etc., etc., etc.
Claro, en las cabeceras de provincia y en la capital del país el sobrante de viviendas sería mayor, ya que se duplica en unas el nivel provincial y municipal; y en la otra se triplica, porque incluye también el nivel nacional.
¡Qué alivio tendría la población con solo borrar de un planazo toda esa burocracia improductiva, que está ubicada en los mejores lugares y ocupando un espacio innecesario!
Después de que han pasado 20 días del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba y no se perciben las modificaciones de las que se ha hablado, muchos piensan que no hay dudas que están perfeccionando el socialismo, pero para hacerlo peor.

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