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sábado, 21 de julio de 2012

Injusticia hasta con los enfermos mentales

Barcelona/ Mambí en A/ La ciudadana cubana, Tania Coffat Pedroso, de 43 años de edad y vecina de la calle 2ª # 16913 entre Cristo de Limpia y Final, Reparto Luyanó Moderno, municipio San Miguel del Padrón, La Habana, Cuba, denuncia:

“Mi nombre es Tania Coffat Pedroso, tengo 43 años de edad y tengo 2 hijos. El mayor, Sandi Mejica Coffat, es un muchacho que desde los doce años comenzó a presentar rasgos de esquizofrenia. Cometió un delito de hurto y se llevó de una tendedera una blusa y un short diciendo que era para su novia; novia que nunca ha tenido, porque su enfermedad no se lo permite. Nadie le hacia caso y tenia muchos complejos de inferioridad, él mismo se decía que era el más feo del mundo y que se iba a matar”.

“Se le empezó a caer el pelo y le daba mucho dolor de cabeza, en una ocasión intentó violarme a mi que soy su madre e intentó hacer lo mismo con un sobrinito, cuando lo llevé al médico para que me explicara que le estaba pasando, la siquiatra me dijo que ese comportamiento era debido a que estaba avanzando su enfermedad”.

“Lo meten preso en el Combinado del Este, ahí estuvo dos meses, y la sicóloga de dicha prisión le dio un correccional de 5 días debido a su enfermedad. Él no entiende que está preso, piensa que está como en la casa y se fugó, lo trasladaron para la prisión de Valle Grande. Ahí en esa prisión le hicieron un juicio y le sumaron a su condena un año más de privación de libertad; siendo conscientes (todas esas personas que le aumentaron la condena) de su estado mental, que es duro decirlo, pero mi hijo está loco”.

“Cuando me dieron visita para verlo me di cuenta que estaba muy mal, hablaba solo, no me reconoció, estaba alterado, se le pierden las cosas, los presos abusan de él y todo eso lo saben los reeducadores porque yo me he quejado en varias ocasiones. Ahora cuando fui a la última visita que se la pusieron cada 45 días, y lo vi en el público estaba más mal todavía y me di cuenta que no le estaban dando los medicamentos, entonces me quejé y grité que iba acudir a los Derechos Humanos. Cuando esos cínicos me oyeron decir eso rápidamente corrieron y me concedieron una entrevista con el Jefe de la Prisión, el médico y una muchacha de Atención a la Ciudadanía, todos ellos me entrevistaron y me enseñaron su historia clínica. Yo estaba en lo cierto, no le estaban dando sus medicinas y solamente estaba tomando un medicamento que es solo para dormir por la noche; por el día no lo medican por eso está tan mal y este problema me está haciendo sufrir mucho, está flaco, no come y se ve muy deteriorado”.

“El jefe de la prisión me dijo que lo iba a trasladar para el hospital de la prisión donde hay enfermos que padecen de la presión y de la azúcar, yo le comenté que mi hijo lo que necesita es un tratamiento psiquiátrico, y que si lo ponía con los enfermos lo que los iba a alterar y el problema no se iba a solucionar, que por favor lo trasladara para el Centro de Salud Mental llamado Mazorra, o el Hospital La Covadonga, donde él ya ha estado ingresado en otras ocasiones. La respuesta que recibí del Jefe de la Prisión fue que para hacer eso tenían que pasarlo por un peritaje médico nuevamente, porque el que le habían hecho anteriormente decía que mi hijo estaba apto para la prisión, cosa que es absurda, porque hasta los sicólogos de mi comunidad están indignados. Yo quiero que esto se haga conocer internacionalmente”.







Fotos: Documentos médicos evaluando la salud de Randy García Coffat.

Informó desde La Habana, Cuba, Yadira Rodríguez Bombino, Red Cubana de Comunicadores Comunitarios.

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