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domingo, 23 de septiembre de 2012

Perfil de un Cobarde

Por Francisco Sau Boíx.

Según wikipedia, la cobardía es un vicio que comúnmente se considera como la degeneración de la prudencia, degeneración que lleva a toda anulación del valor.

La cobardía, se puede considerar como un exceso de prudencia tal, que es incapaz el cobarde de encarar consecuencias. La cobardía generalmente es vista con desprecio en la mayoría de las culturas (si no es que en todas), mientras que lo contrario, el valor, se recompensa y se anima.

Etimología

De acuerdo con «The Online Etymology Dictionary», la palabra “cobarde” viene del francés antiguo "coart" (en francés moderno es "couard"), lo cual sería la combinación de la palabra “cola” y un sufijo, por tanto, su significado podría haber sido “uno con cola”, en alusión al hábito del perro de poner su cola entre sus piernas cuando está asustado.

Otra palabra más claramente relacionada es el “couard”, del francés antiguo, que significa literalmente "cobarde", y que era utilizado con frecuencia por los caballeros franceses en batalla.

Ahora bien, conozcamos la historia de Alberto Sánchez L., un cubano tomado al azar para mostrar cómo se transforma un pueblo desde lo más profundo de sus entrañas, su idiosincrasia*.

Alberto S. nació en ciudad de La Habana, Cuba, su padre era dueño de un pequeño negocio que hizo próspero con esfuerzo y sacrificio. En Enero de 1959, el padre de Alberto se disponía ya siendo un viejo, a ampliar el único medio que poseía para el sostén de su familia. De repente, un acontecimiento acabó con su sueño y su esfuerzo de toda una vida, cuando un grupo de hombres arribó al poder tras la falsa promesa de ayudar al pueblo, arrebatándole al engañado pueblo todas sus propiedades, incluida la del padre de Alberto, quedando todo el pueblo a expensa de la caridad del grupo de hombres en el poder.

Alberto, era muy joven entonces, y se tuvo que olvidar de los trabajos que realizaba en el negocio de su padre, y comenzar a trabajar como obrero en una fábrica, después estudiaba por las noches, mientras que la familia continuaba manteniéndose fundamentalmente de los ahorros que se iban agotando del cabeza de familia, su padre.

Poco después el padre de Alberto fallecía. Víctima del sufrimiento de ver cómo le arrebataron lo que le había costado toda una vida conseguir con trabajo y sacrificio, víctima también de ver que inclusive sus hijos apoyaban aquel absurdo, lo que le provocó un continuo estado de ansiedad, y que erróneamente intentaba mitigar fumando continuamente, terminando por provocarle un cáncer de pulmón que le puso fin a tanto sufrimiento.

Años después, Alberto se graduaba de Ingeniero, dedicándose toda una vida a trabajar con total entrega, como aprendió de su padre. Así llegó a ocupar cargos importantes como Jefe de Taller, Jefe de Producción, Director, etc. Pero no solamente trabajaba duro, sino que también tenía que cumplir con las exigencias y mandatos de los gobernantes, como todo cubano, para poder mantener el puesto de trabajo y sus privilegios, y seguramente como todo dirigente en Cuba, tenía que rendir cuentas, analizar, o simplemente informar sobre aspectos personales de los trabajadores ante agentes de la Seguridad del Estado.

Así fue transcurriendo la vida de Alberto, entre el trabajo y la colaboración en todo lo que pudiese para mantener a una familia en el poder, mientras que su familia no se mantenía, y peor aún, se deshacía. Así su hija un día decidió casarse con un catalán, e irse a vivir a Cataluña con su esposo, como la mejor opción para garantizar para ella y para su descendencia, una vida sin las necesidades y las carencias que ella había padecido.

Alberto, al igual que con la pérdida de su padre, con la casi pérdida de su hija, no hizo nada, continuó con su vida como si nada hubiese pasado. Con los años vinieron los nietos, catalanes, ya no son cubanos los nietos del cubano Alberto, y tampoco hizo nada.

Con los años la casa de Alberto, la que heredó de su padre, amenazaba con derrumbarse, a pesar del buen mantenimiento que él le podía dar gracias a los privilegios que se había “ganado”, pues como todo en la vida, nada es eterno. Entonces, desde su posición “privilegiada”, y con la ayuda monetaria que su hija cubano-catalana le enviaba, logró construirse una nueva casa. Algo que millones de cubanos desearían poder hacer.

Un día Alberto fue citado a la estación de policía, había sido denunciado por comprar materiales ilegales; ya sea por un perjudicado por su actuar como dirigente, o por cualquier otro motivo, el hecho es que por primera vez, Alberto, ya viejo, canoso y enfermo, se veía implicado en una situación que le podía costar una pena de cárcel.

Alberto cuenta que presentó todos los papeles, y por supuesto no va a contar detalles mucho más allá de lo que le permita su precaria vergüenza. El hecho es que la casa está en Cuba, y Alberto no se atreve a vivirla, del susto se ha venido a Cataluña.

La última mujer de Alberto, ya en la vejez, lo dejó, y Alberto está solo, sin casa, sin mujer, y en un país que no es su país, con una familia mitad cubana, mitad catalana, más lejos que cercana. Y Alberto, a pesar de su vejez y de los golpes recibidos, se levanta con fuerza, bueno no con tanta fuerza, la vejez le ha dado la sabiduría de imponerse con sutileza, pero sí hace todo lo posible para que todos junto a él apoyen al régimen dictatorial y dinástico de la familia Castro.

Esta triste historia se encuentra en Cuba multiplicada por miles de familias, si alguien se atreve a decir millones no le voy a contradecir.

Cualquier semejanza en nombres y apellidos es pura coincidencia. Aunque si coincide lo descrito en esta breve historia, con la historia de usted amigo lector, no lo dude, es usted un cobarde.

"Solo se puede corregir un error cuando se reconoce el mismo"

*La idiosincrasia (del griego ἰδιοσυγκρασία, "temperamento particular") es un conjunto de características hereditarias o adquiridas que definen el temperamento y carácter distintivos de una persona o un colectivo.

Identifica las similitudes de comportamiento en las costumbres sociales, en el desempeño profesional y en los aspectos culturales. Las relaciones que se establecen entre los grupos humanos según su idiosincrasia son capaces de influir en el comportamiento individual de las personas, aún cuando no se esté convencido de la certeza de las ideas que se asimilan en masa.

Por extensión, este término es utilizado para identificar amplios grupos de personas sin especificar cada detalle que los relaciona entre sí. También se utiliza para enfatizar las diferencias entre personas de diversos orígenes y costumbres.

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