Ninoska

Jose Alberto Alvarez Bravo.

Tengo la total certidumbre de que Ninoska Pérez no tiene la más remota idea de mi existencia; en cambio, durante décadas he sido uno de sus asiduos seguidores. Esta identificación ha estado sustentada en compartir con ella una mentalidad de línea dura ante el régimen de los Castro.

En los tiempos que corren, no ha cambiado un ápice mi rechazo a la presencia de los Castro en la cúpula del poder, pero sí ha cambiado mi manera de percibir la lucha por los derechos de todos los cubanos, a uno y otro lado del destierro.

Estuve entre los indignados con la visita del Papa, por citar un ejemplo. Eran tiempos en que mi crasa inmadurez política me hacía verlo todo en blanco y negro. Hoy no me siento en sintonía con las posiciones extremas.

No significa que me encuentre en las antípodas con la entrañable Ninoska, sino que he llegado a percibir como inobjetable que medio siglo de consolidar el aislamiento del gobierno de Cuba no ha logrado avanzar un milímetro la democracia que tantos (y tanto) anhelamos.

En otros tiempos, me habría sumado sin restricciones al rechazo a la actuación de Juanes en Cuba. Pero ya lo dije; ahora veo mejor los matices que el blanco o el negro.

Al margen de sus calidades artísticas, veneré al Puma y Feliciano por haberse negado a actuar en Cuba mientras los Castro detentaran el poder, y sigo creyendo que en aquellos tiempos estuvo muy bien lo que hicieron. También a pesar de su calidad artística, repudié a Oscar de León por haber venido a la isla esclava.

Como mismo la encomiable actitud del Puma, Feliciano y tanta gente digna no derrocó al régimen, la actuación de importantes figuras en nuestro ámbito no consolida la tambaleante dictadura castrista. El grado de deterioro de medio siglo de ejercicio arbitrario del poder no tiene precedentes en nuestro arduo devenir. Esta realidad es muy diferente a la de décadas anteriores, y esto debemos ser capaces de comprenderlo.

Por consiguiente, quizás vaya siendo hora de que demos vuelta a la moneda, y aceptemos que tiene otra cara, tan válida como la que siempre tuvimos ante los ojos. Para mí, Kant no se equivocó con lo de las antinomias. Aplicarlas es más difícil, pero muy útil.

A Ninoska, mi abrazo. Tardío, pero sincero. Y que nos invada una avalancha de Juanes, Fulanes, y Zutanes, que a éste régimen ya nada ni nadie puede otorgarle legitimidad.

 

Comentario de Francisco Sau Boíx:

Como pueden apreciar, cada vez un mayor número de cubanos coincidimos en que el gobierno de Cuba, no es un gobierno legítimo, porque el pueblo no votó por él, porque surgió de una sucesión dinástica. Por lo que pido a todos los cubanos que coincidan con éste razonamiento, que contribuyan con su firma, no les costará dinero, no les llevará más de un minuto, y pondrán un grano de arena en éste intento de llevar la Libertad a nuestro pueblo.

 

Firmar Declaración de Gobierno Ilegítimo en la Dirección:

http://www.petitiononline.com/QBA32009/petition.html