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sábado, 19 de septiembre de 2009

Liberan a cubano "Pánfilo", ingresa a psiquiátrico

Un cubano que saltó a la fama en el portal YouTube en internet por interrumpir una filmación aparentemente ebrio para reclamar comida y que posteriormente fue sentenciado a dos años de prisión quedó en libertad el jueves.

"Sobre las dos de la tarde, "Pánfilo" fue llevado a una clínica psiquiátrica en esta capital por una patrulla", comentó a la AP Elizardo Sánchez, líder de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHyRN), organismo de carácter no gubernamental.

Sánchez indicó que había hablado por teléfono con Pánfilo y éste le leyó el documento de excarcelación. Sin embargo, deberá pasar 21 días en la institución de salud mental.

Juan Carlos González, conocido con el alias de "Pánfilo", se interpuso aparentemente borracho frente a las cámaras que filmaban un documental sobre música en la isla hace algunas semanas e hizo su denuncia.

Un tribunal de apelaciones había desestimado el jueves pasado reconsiderar su caso, dejando en firme una sentencia de dos años de cárcel bajo los cargos de "peligrosidad".

Las imágenes del hombre gesticulando y gritando "aquí lo que falta es jama" (alimentos en el argot local) dieron la vuelta al mundo y fueron usadas incluso por grupos anticastristas de la Florida que las tomaron como bandera, pese a que posteriormente el hombre dijo que él no era un político.

Durante el proceso, el abogado defensor pidió cambiar la sentencia por una pena que incluyera el internamiento en un centro de rehabilitación especializado.

Sánchez indicó que su organización había propuesto a Amnistía Internacional que adoptara a Pánfilo como un preso de conciencia, pues aunque estaba completamente ebrio en realidad sólo expresó su opinión.

La liberación tan rápida es "algo sin precedente" para los casos de delitos de "peligrosidad predelictiva", comentó el activista, para quien en realidad obedece a la "repercusión en la opinión pública internacional".

Esta figura jurídica permite encarcelar a personas que, aunque al momento de ser detenidas no hayan cometido delitos, tengan antecedentes penales, desvinculación laboral o conductas antisociales.

Sánchez estimó en unas 3.000 las personas encarceladas bajo este delito pero cuyos casos no tienen la misma difusión que el de "Panfilo".

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