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domingo, 31 de marzo de 2019

Abogado venezolano Juan Carlos Gutierrez representa al #PresoPolitico cubano Eduardo Cardet #Cuba

Mambí en A/ El abogado venezolano Juan Carlos Gutierrez representó al preso político cubano, Eduardo Cardet, en la Cumbre de Ginebra por los derechos humanos y la democracia 2019. Juan Carlos Gutiérrez también representa al Preso de Consciencia venezolano, Leopoldo López.


En primer lugar, expreso nuestro agradecimiento por la oportunidad de estar aquí. Mi nombre es Juan Carlos Gutiérrez; Presidente del Instituto de Derechos Humanos de la Asociación Mundial de Juristas y socio Cremades & Calvo-Sotelo Abogados con sede en Madrid. Estoy aquí, representando a Eduardo Cardet, su familia y el Movimiento Cristiano Liberación en Cuba.

El año pasado, Sophia Höpperger, una joven estudiante, presentó el caso del Dr. Cardet en esta cumbre, posiblemente con mejores palabras de las que puedo transmitirles. Hoy, Eduardo Cardet aún permanece bajo detención arbitraria en Cuba y su esposa e hijos están siendo intimidados y hostigados constantemente por agentes del Estado cubano.





Debemos recordar a Eduardo Cardet como padre, médico de familia y también es el coordinador nacional del Movimiento Cristiamo Liberación. En particular, esta asociación propone cambios políticos, democráticos y pacíficos en Cuba. Hoy cumple 846 días bajo detención arbitraria, ha mantenido su activismo político por más de 15 años. Durante este tiempo ha sido perseguido, hostigado y detenido durante horas sin motivo legal, esta situación ha ido agravándose al punto del arresto de su esposa durante horas en el año 2016, cuando el Dr. Cardet estaba fuera de Cuba, al ser liberada fue advertida de la definitiva detención de su esposo por su comportamiento anti revolucionario. El Dr. Cardet valientemente regresó a Cuba y unos días después, esa amenaza fue cumplida.

Fue arrestado frente a su casa en presencia de vecinos y amigos, por varios hombres no uniformados, sin identificarse, actuando violentamente, sin presentar una orden judicial y, además, sin indicar el propósito del arresto. Después de este evento, en la estación de policía, fue golpeado, aislado, no fue escuchado por un juez y luego enviado a prisión en espera de juicio, donde también ha sido agredido.

Fue acusado de resistencia a la autoridad policial que le arrestó, lo que demuestra que no había motivo para buscarle y detenerle, ese cargo es simplemente excusa posterior para pretender justificar su arbitraria detención. 

El juicio comenzó en marzo de 2017. La Fiscalía cubana presentó el testimonio de los policías que le arrestaron y 3 testigos no presenciales y contradictorios entre sí, al abogado defensor sólo le permitieron 3 testigos a pesar del numeroso grupo de personas que presenciaron el arresto. Los testigos y argumentos del defensor fueron desestimados por el Juez quien condenó al Dr. Cardet a sufrir 3 años de prisión. 

Testigos del arresto comentan en privado que no había actuado con violencia y los policías que lo arrestaron se lo llevaron en forma rápida y violenta. 

Se presentó una apelación con sólidos argumentos legales, sin embargo, en mayo de 2017 se confirmó la sentencia condenatoria.

Se ha insistido en pedir su libertad, el delito sentenciado permite cumplir la pena en libertad, ello ha sido rechazado por el juez con el argumento: “No puede ser reincorporado en la sociedad, porque no entiende las graves consecuencias de sus acciones”. Sí, su arresto arbitrario es la grave consecuencia de exigir en Cuba el derecho a vivir en democracia, de exigir en Cuba su derecho a expresar ideas y pensamientos sin ser perseguido, de ser el coordinador nacional del movimiento cristiano liberación y de reclamar: “Un cubano, un voto”.

Sí, esto parece absurdo, especialmente en el siglo XXI, pero en lugares como Cuba, Venezuela, Nicaragua y otros países con regímenes autoritarios, exigir respeto por los derechos humanos genera muy graves consecuencias y la prisión no es la más grave. El caso del Dr. Cardet es igual al de Leopoldo López a quien también represento, es otro prisionero de conciencia en Venezuela.

Ambas detenciones arbitrarias se caracterizan por períodos de aislamiento, la restricción de visitas familiares, abogados y sacerdotes, actos de tortura física y psicológica, castigos como consecuencia de las denuncias que se hacen del caso, el deterioro de salud debido a la falta de asistencia médica, así transcurren sus días. En especial el Dr. Cardet en la cárcel “Cuba Si”. 

En este caso, sin ninguna duda, se violan los derechos humanos del Dr. Cardet. Esto ha sido expresamente reconocido por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y por Amnistía Internacional que ha indicado que Eduardo Cardet es un “prisionero de conciencia”.

Debemos resaltar y agradecer la decisión del Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de las Naciones Unidas, luego de un extraordinario trabajo de UN Watch quienes certifican la detención arbitraria de Eduardo Cardet y exigen al Estado de Cuba su inmediata liberación, una compensación como víctima de violación de #DDHH y la modificación de la ley cubana para adaptarla a los tratados internacionales de protección de los derechos humanos. 

Esta decisión no es una opción para el Estado de Cuba, no es una sugerencia, conforme a los compromisos internacionales asumidos, tienen la obligación de liberarle y liberarle ya, la soberanía nacional no puede ser excusa para violar continuamente los Derechos Humanos.







Observamos un patrón sistemático de persecución contra el Dr. Cardet, su familia y otros miembros del Movimiento Cristiano Liberación. 

Es imposible no mencionar el asesinato de Oswaldo Paya, o el incremento de la persecución contra Irán Almaguer, quien recientemente ha sido amenazado: “Lo mismo que la sucedido al Dr. Cardet te pasará o peor”, o el allanamiento policial en la casa de Yadelis Melchor sin motivo, ambos son miembros del Movimiento. 

Sophia hace un año aquí reclamó que había una silla vacía, que el Dr. Cardet debería estar aquí. Aún esta silla permanece vacía, pero es aún más grave que exista una silla vacía en un comedor familiar, una silla vacía un consultorio médico y una silla vacía en el liderazgo político de la oposición cubana. Con el esfuerzo realizado por UN Watch, su familia, el movimiento y nuestro esfuerzo, estoy convencido de que el Dr. Cardet nos acompañará aquí el próximo año. Esto sería maravilloso, fantástico, pero ¿cuántas sillas han sido vaciadas durante 60 años en nombre de la revolución cubana?. Hay sillas que jamas podrán ocuparse y cuántas vacías habrá en el futuro si no actuamos. Como dijo el Dr. Cardet “la historia los disolverá”. Muchas gracias.

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