Jorge Alberto Liriano Linares, prisionero político desde la prisión dicta los textos.
Camagüey, Cuba, 6 de octubre, del Buró de Trabajo de Hablemos Press- Justo Aguilera Valdés, es un negro cubano de 31 años de edad, que perdió la esperanza de vivir. Para él cómo para muchos cubanos en la isla ya la vida no tiene sentido. Y es que este ciudadano está cumpliendo 10 años de sanción por un delito que nunca cometió.
Aguilera ya cumplió un año de apelaciones y reclamos judiciales al órgano supremo de justicia sin obtener respuesta.
El tribunal amañado dictó 10 años de sentencia contra este humilde trabajador, violando todos sus derechos procesales, sin ser instruido y sin proceso investigativo. Los perjudicados negando reconocerlo en los hechos, en el tribunal de blanco discriminatorio, lo encontró culpable.
Justo Aguilera, no logra entender y se pregunta todos los días cuantos seres humanos inocentes cumplen sanciones por el injusto sistema judicial al servicio del régimen.
Cuantos negros se pudren en el interior de las cárceles cubanas, mientras que los verdaderos autores se pasean libremente por las calles. Cometiendo nuevos atracos, y es que este negro de nombre Justo jamás imaginó perder la confianza en el estado de derecho y la imparcialidad de la justicia de su país.
Desde su encierro se encomienda a Dios y a la humanidad en un reclamo universal de justicia, como tantos cubanos desesperados, sin esperanza, privados del elemental derecho a la vida que hace medio siglo enfrentamos a un régimen dictatorial que no reparará en cualquier crimen por sostenerse en el poder.
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